Damián Díaz

Damián Díaz demuestra el fracaso de Barcelona en la semifinal de la Copa Libertadores. Foto: API

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25 de octubre de 2017 20:57

Gremio aplastó la ilusión copera del Barcelona SC

Rodrigo Martínez

Barcelona SC tiene una remontada imposible. El espejismo de la tercera final de la Copa Libertadores se fulminó con la goleada (3-0) que le propinó el Gremio en su propio 'Coloso de América'. No habrá trofeo copero para un plantel que regaló con tanta facilidad uno de los partidos más importantes de su historia.


​Le tomó 21 minutos al Gremio acabar con un conjunto torero que se confió de la incongruente alineación que puso Guillermo Almada. Más allá de las bajas de jugadores como Jonatan Álvez, Gabriel Marques, Darío Aimar o Mario Pineida, el plantel torero de este miércoles se expuso como un equipo con demasiadas limitaciones en la zona de volantes, una colección de errores en la ofensiva y muchos regalos en la defensa.


Los toreros no ganaban desde hace tres meses en el estadio Monumental e hicieron todo lo posible para que la racha sea más larga. Ariel Nahuelpan fue un poste al que contuvieron sin problemas los defensas, Damián el ´Kitu' Díaz no tuvo inspiración en los pases y Matías Oyola terminó con la cabeza baja por sus constantes fallas para detener a sus rivales.


El DT Renato Gaúcho examinó los errores de los clubes brasileños en los anteriores encuentros y vaya que no le dio ninguna posibilidad a Almada. El juego por las bandas, por donde Barcelona SC imprime velocidad,centros y regates, se estrelló con la efectividad de los laterales del Gremio, que dejaron sin espacios a los extremos barcelonistas.


A los ocho minutos el Gremio dio su primer golpe. Luan aprovechó un regalo de Oyola para levantar un disparo que se fue por encima de Máximo Banguera y anotar el primer tanto.


El gol aniquiló el ánimo del cuadro torero. La velocidad por las bandas de Washington Vera y Ely Esterilla no inquietaba ni generaba centros precisos, mientras el Gremio jugaba a controlar la pelota y esperar las faltas de los rivales.


Así llegó el segundo tanto. Banguera puso mal la barrera y Edilson (21') con un tiro bajo venció al golero de la Selección, que ni siquiera intentó estirarse para atrapar la pelota.


El partido de Vera y Esterilla fue tan malo, que Almada jugó a la ruleta rusa en la segunda parte e ingresó a Marcos Caicedo y José Ayoví.
Hubo un leve impulso para descontar con un taco del Kitu y un remate en el poste de Nahuelpan, pero la irresponsabilidad defensiva le resultó más costosa a los 'canarios'.


En un contragolpe a los 51 minutos, Edilson dejó en el suelo a Beder Caicedo y habilitó a Luan para liquidar la serie con un tercer tanto que dejó sin reacción a Banguera. La tercera anotación le dio la tranquilidad al Gremio para jugar con el nerviosismo y el desorden de un cuadro torero, que hizo muy poco esfuerzo para -por lo menos- descontar en el marcador.


Quizá el Gremio solo puso en evidencia al verdadero Barcelona SC. Ese mismo plantel que pisaba a sus rivales y convirtió del Monumental su bastión el año anterior, hoy fue el monumento al desorden, la desidia y sobre todo el apuro por ilusionar a su hinchada en una Copa en la que nunca fueron favoritos.


Habrá que recordarle a la afición que el equipo ganó por última vez en el Monumental el 21 de julio, es noveno en el torneo ecuatoriano y ya lleva seis compromisos sin ganar. No habrá Libertadores y a este paso tampoco participación en Copa Sudamericana en el 2018.


Pero todavía queda el partido en Porto Alegre donde -en todo caso- Barcelona tiene favoritismo estadístico por los triunfos sobre Botafogo, Santos y la clasificación contra el Palmeiras. ¿Resta algo de ilusión con un resultado tan contundente?