Michael Arroyo con la camiseta de Barcelona en el estadio Olímpico Atahualpa en el 2012. Foto: Archivo / EL COMERCIO.

Michael Arroyo con la camiseta de Barcelona en el estadio Olímpico Atahualpa en el 2012. Foto: Archivo / EL COMERCIO.

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11 de noviembre de 2022 19:59

Barcelona y Michael Arroyo saldarán deudas

Alexis Sinchire

Barcelona y Michael Arroyo pasaron de cruzar sus caminos en los terrenos de juego y pasaron a disputar un partido aparte fuera de ellos.


Michael Arroyo reclamaba una deuda que ascendía a USD 1,5 millones, tal como lo confirmó Carlos Araujo, abogado del futbolista, el pasado 20 de abril de 2022, a la salida de una audiencia en la Cámara de Mediación y Resolución de Disputas de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF).

Al parecer todo llegó a buen puerto y este viernes 11 de noviembre, a través de sus redes sociales oficiales, Barcelona publicó un comunicado oficial con la firma del departamento legal.

"Barcelona Sporting Club informa que ha alcanzado un acuerdo de pago con el jugador Michael Arroyo Mina (...) a fin de honrarla deuda que el club mantenía con el profesional por sus servicios prestados en años anteriores", reza el comunicado en su parte medular.

Michael Arroyo y Barcelona

A mediados de 2012 Michael Arroyo llegó a Barcelona por primera vez procedente del Atlante de México. Ese año con sus goles y jugadas ayudó a cortar una racha cercana a 15 años que los guayaquileños no conseguían un título nacional.

Tras dejar el Barcelona en el 2014, Michael Arroyo regresó nuevamente a Atlante y luego estuvo en América de México y Gremio de Brasil.

En el 2018 regresó nuevamente a Barcelona, pero no fue una aventura positiva. El 28 de enero de ese año fue suspendido un año por la Comisión Disciplinaria de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), tras dar positivo en un examen de dopaje en el campeonato nacional.

El antecedente de esa suspensión radicó en el Clásico del Astillero jugado el 14 de octubre, el jugador salió sorteado para los exámenes de doping. En su muestra de orina se detectó la presencia de hidroclorotiazida, un diurético que consta en el rango S de sustancias prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).

Tras cumplir la sanción volvió a los terrenos de juego en agosto de 2020. Su último partido lo jugó en la fecha 9 de la LigaPro contra Orense en el estadio Monumental. El marcador terminó empatado 0-0.

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