Aucas, en algarabía total por la clasificación a final

Los abrazos y un grito de desahogo luego de tanta resistencia, hizo de toda la afición de Aucas un solo cuerpo. El cuadro oriental llegó a la primera final de su historia.

Matracas y aplausos, lágrimas en los ojos y barras de apoyo se apoderaron de Chillogallo al final del compromiso. En la cancha los jugadores marcaban su fiesta y celebraban su logro.

Si los hinchas del 'Ídolo del Pueblo' pudieran quedarse atrapados en un momento eterno, algo que se repitiese como si fuera un gif, sin duda escogerían tales instantes. Los goles, el grito incansable de "Y dale A" mientras el equipo atacaba, los festejos en qué hubo un abrazo con la familia auquista y la gente que no está.

Durante el entretiempo ya habían hecho sentir los festejos. Aunque el equipo empataba y les bastaba, Universidad Católica -equipo que también aspiraba a la final- empataba con Delfín en el Atahualpa y luego lo perdió. Música y regalos para la afición sirvieron para que los presentes se lleven un recuerdo tangible de la gesta lograda.
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Jugadores de Aucas festejan la primera final del equipo oriental en 77 años de historia. Foto: Patricio Terán/El Comercio.

En la recta final del partido, las linternas se encendieron en la tribuna y fueron acompañadas por bengalas y humo multicolor. Las gargantas al rojo vivo generaban epidemia de ronqueras y el pecho transformado en un volcán era el ambiente permanente del estadio.

Tras el pitazo final, lo impensado en el fútbol volvió a hacerse realidad. Un equipo que sabía de descensos, crisis y gloriosos retornos de la Segunda Categoría lograba lo nunca antes visto en 77 años de vida institucional.
-Aucas, Aucas, Aucas, era la banda sonora y el grito que por fin podía hacerse presente en una epopeya a nivel de primera categoría.

Fiesta en la cancha

Las lágrimas de Damián Frascarelli, arquero que ingresó al cambio, y su compañero de puesto Hernán Galíndez marcaron uno de los momentos más emotivos. Cuerpo técnico, futbolistas y colaboradores festejaron la victoria, por unos segundos, de forma individual para luego trasladarse al sentimiento colectivo.

En grupo y a los saltos, los jugadores hicieron un solo cuerpo en medio de la pirotecnia que alumbraba el cielo de Chillogallo. La LigaPro también les entregó un merecido homenaje dentro de la cancha por su mérito. La afición no se retiró y estuvo para verlos.

Pasada la algarabía, Aucas tendrá que volver a los entrenamientos y demostrar que le queda combustible en el tanque. Luego de dos semanas para descansar y prepararse se dará el choque de 'Ídolos' y deberá enfrentar a Barcelona para buscar el campeonato y enriquecer su trayectoria por el fútbol ecuatoriano.
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