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El momento preciso en el que Francisco recibió una camiseta del Barcelona. 

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Carta futbolera para el Papa Pancho

Mauricio Bayas

EL LIMOSNERO

Bienvenido sea, don Jorge Mario, a este país con fieles creyentes también en el fútbol. Ese deporte que tantas alegrías y frustraciones ha sembrado. Conocido de su afición futbolera quisiera contarle algunas cosas que pasan en nombre de la bendita pelota.

@maobayas

Verá. Hay un equipo con los mismos colores de su querido San Lorenzo de Argentina que cada cierto tiempo pasa las de Caín. u200eSi pudiera darse una vuelta por el complejo de Carcelén y hablar con los jugadores del Deportivo Quito le confesarán algunas cosas más parecidas a calvario.

Allí se enterará que, con la venia de la Federación Ecuatoriana de Fútbol y de las autoridades gubernamentales, los meses son de entre 60 y 90 días en este y en la mayoría de clubes del fútbol ecuatoriano. Pasa en Barcelona (el de Guayaquil, no el de España), Liga de Loja, Deportivo Quito. Tienen que comer el cuento de que ya mismo les pagan y quieren las firmas en los roles sin darles la plata. Algo así como limosna con escopeta.

Escuchará que en las divisiones formativas, donde hay adolescentes con fe de consagrarse pateando una pelota, a veces no tienen ni para comer un pan y pasan penurias.

Un consejo, reverendo Papa. No se pondrá a hablar de los sueldos de los futbolistas que le puede dar la chiripiolca por las enormes diferencias entre un juvenil y un jugador u200ede élite. Hay pelados que viven con las justas en un negocio que mueve millones de dólares.

Son de las cosas tristes del balompié. En la historia del fútbol ecuatoriano se reviven muertos o se les bautiza cuando ya no hay cómo amarcarles. Si en el periplo por Quito o Guayaquil le cuentan que solo en nuestro fútbol se dan goleadas de 30-0 o de 23-1 en la Segunda Categoría, u200eno se sorprenda. Es verdad. No le están cuenteando.

Cuando se habla de la crisis en el fútbol ecuatoriano suena a maldad porque el país ha tenido misterios gloriosos con clasificaciones a ocho mundiales. La mala fe de algunos está en decir que la Federación ha cometido algunos pecados en cuatro períodos de administración.

Si le queda un poquito de tiempo pase por la Casa de la Selección y dígale a Gustavo Quinteros, DT de la Tri, que sea más tolerante con las críticas. Cuéntele algún pasaje bíblico para que comprenda que no solo de loas vive un técnico. Que se entienda que en el pecado está la penitencia.

Opinión