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Barcelona-Liga de Quito no es un clásico del país

Jonathan Machado,

EL CONFESOR

Es común ver que en el fútbol actual se busque generar recursos económicos con diferentes estrategias deportivas y de mercadeo. Los dirigentes ecuatorianos, en su afán por lograr mayor asistencia en los estadios, se olvidan de lo que significa un partido entre dos equipos. Colocar el calificativo de u2018clásicou2019 a un compromiso no puede estar supeditado al momento futbolístico por el que atraviesan las instituciones.

@jmachadom

Aquí las razones por las que Barcelona-Liga de Quito no es un clásico.

1. No tiene historia.
Una de las principales característica de un clásico es que debe tener una trascendencia en el tiempo. El encuentro entre canarios y albos tomó importancia a raíz de la inauguración de Casa Blanca y, más aún, desde el 2008, cuando el cuadro universitario logró la Copa Libertadores de América. En cualquier parte del mundo un partido clásico no se hace o se inventa, sino que nace con la historia.

2. Las hinchadas.
El segundo ingrediente es la importancia de las hinchadas. Pese a que los dos equipos cuentas con miles de seguidores, los seguidores albos no tienen un peso importante en Guayaquil. La tónica ha sido observar a 1 000 ó 2 000 hinchas blancos en el Monumental y a unos 4 500 ó 5 000 barcelonistas (capacidad de la bandeja sur alta de la Casa Blanca). El desigual impacto que producen estos equipos fuera de sus reductos hace que sea imposible denominarlo un clásico.

3. Un clásico no necesita de mercadeo.
Los logros internacionales de Liga y la fuerte hinchada que tiene Barcelona en Quito fueron las herramientas más aprovechadas por los dirigentes de ambos clubes para calificar a este compromiso como u2018Más que un clásicou2019 o u2018El duelo de la pasiónu2019. El fútbol es una de las actividades que más pasión despierta en la sociedad desde su creación. Esa pasión hizo que se hayan creado rivalidades deportivas irreconciliables. Barcelona-Liga no tiene este argumento.

4. El Astillero.
Al igual que Boca-River o Inter-Milan, Barcelona-Emelec es un partido que reúne historia e hinchadas y genera un impacto nacional. Estos compromisos, a pesar de que enfrentan a clubes de una misma ciudad, despiertan el interés de un país. Esos partidos son los que reúnen las características que necesita un partido para que se llame clásico.

5. La gente no cree que sea un clásico.
Los comentarios en la calle, en las redes sociales o de personas conocedoras de fútbol se inclinan rotundamente por no llamar clásico a este partido. Las razones son las que se han expuesto: falta de historia, diferente peso de hinchadas, sobrepresencia de mercadeo.

No se discute que sea uno de los partidos más importantes del fútbol ecuatoriano, pero llamarlo clásico es una muestra de ausencia de conocimiento de fútbol y de querer priorizar el negocio de este deporte.


Aquí: 5 razones para decir que BSC-LDU sí es un clásico.

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