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En el 2015, Barcelona celebrará su cumpleaños 90.

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Barcelona mantiene vivo al triste campeonato nacional

Santiago Guerrero Vinueza

Apóstol 

El campeonato ecuatoriano ha disminuido en interés. Todos los problemas que existen fuera de las canchas, como los sueldos atrasados, las huelgas de jugadores y árbitros, las peleas dirigenciales, la deficiente administración de la Federación Ecuatoriana de Fútbol... todo ha sumado para que a la gente no le interese el fútbol. 

En la última jornada (fecha 12), Liga de Quito, uno de los equipos llamados a ser protagonistas e imán de taquilla, apenas registró un ingreso de 2641 personas pagadas. Eso da la muestra de que el torneo es aburrido. 

Aparte hay que sumar el bajo nivel de muchos equipos que simplemente juegan el torneo pensando en no descender. Los problemas económicos han superado a la capacidad de los clubes, que no saben qué hacer para que sus equipos no caigan en la mediocridad. 

Ante este panorama, el club que mantiene con vida a este campeonato es Barcelona. El Ídolo del Astillero empezó mal la temporada al extremo que tuvo que cambiar de entrenador a la mitad del camino y parecía que no le iría bien.

Pero el cuadro canario supo recomponer. Trajo a un director técnico que ha entendido lo que significa Barcelona, no se ha dejado llevar por la presión en la tabla de posiciones, ha sacado lo mejor de varios jugadores que estaban apagados y le ha dado brillo a un equipo al que le costó recuperarse después de lograr el título 2012. 

Si Barcelona estuviera de media tabla para abajo, el campeonato no sería lo mismo. Con todo el respeto que se merecen todos los equipos, no sería lo mismo una final entre Emelec y Barcelona que una entre Emelec, y por decir algo, Independiente o Liga de Loja. 

El Ídolo del Astillero se ha encargado de atraer público a los estadios, sino solo basta revisar las cifras de los cotejos ante Deportivo Quito y El Nacional en la capital, o el medio millón recaudado en el clásico del Astillero. Eso es Barcelona. 

Más allá de quién gane el título de esta temporada, la presencia en la parte alta de la tabla de Barcelona o cualquier otro equipo de los grandes, le hace muy bien al campeonato. A los equipos chicos les queda mucho camino por recorrer si quieren la misma atención de los históricos. 

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