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viernes 02 de diciembre 2016

La tragedia que exteriorizó la esencia del fútbol

Fredy Hidalgo
@FPHidalgo

En una semana que transcurría con normalidad y nos aprestábamos a vivir otra fiesta que el fútbol nos otorga -la primera final de la Copa Sudamericana entre Atlético Nacional y el Chapecoence-, la fatalidad del destino golpeó de manera abrupta al mundo mágico del “deporte rey”.


Un avión que transportaba a los jugadores del equipo de fútbol Chapecoense se accidentó la noche del lunes 28 de noviembre, cuando se aproximaba al aeropuerto José María Córdova de la ciudad colombiana de Medellín. El balance fue trágico: 71 muertos y seis supervivientes: Alan Ruschel, Jakson Follman y Hélio Neto, que fue encontrado debajo del fuselaje cuando todo hacía indicar que no iban a encontrarse más supervivientes.

Las otras tres personas que salvaron la vida son un periodista y dos tripulantes del avión. El portero Danilo sobrevivió al accidente pero murió posteriormente en el hospital, dejando al mundo entero estupefacto de dolor e incredulidad.

En la última década la superficialidad del mundo del fútbol está envuelto en un contexto frío y ruin, con escándalos de corrupción, violencia extrema en los escenarios deportivos, donde inclusive los “eruditos” de la táctica y técnica priorizan el resultado sobre todas las cosas, olvidándose de la esencia de este bello deporte.

Y esta esencia mencionada se desbordó tras el accidente no solo en Colombia lugar del suceso, sino en el mundo entero donde las lágrimas brotaban de tristeza, impotencia, dolor pero sobre todo de hermandad, y ante los ojos de todo el mundo desde Medellín y Chapecó miles de personas demostraron que “no es solo fútbol”.

Asi como lo dijo Eduardo Sacheri "Hay quienes sostienen que el fútbol no tiene nada que ver con la vida del hombre, con sus cosas más esenciales. Desconozco cuánto sabe esa gente de la vida. Pero de algo estoy seguro: no saben nada de fútbol".

Un plantel viajó a encontrar la gloria deportiva , pero el destino los convirtió en héroes. Antes de su partida ya se sentían así. Su entrenador Caio Júnior tras clasificar a la final señaló que “si muriese hoy, moriría feliz”. Y así fue porque esta tragedia demostró al mundo entero que la solidaridad hace de este deporte el “más maravilloso del mundo”.