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martes 26 de julio 2016

Damián tiene los 'díaz' contados para ser el nuevo ídolo torero

Fredy Hidalgo
@FPHidalgo

Barcelona acaba de ganar la primera etapa del campeonato ecuatoriano. Con ello inscribe su nombre para la gran final y asegura su cupo en la Copa Libertadores 2017. Es un justo ganador. Por momentos jugó a gran nivel; y este engranaje de buen fútbol tiene una pieza clave: Damián Díaz.


​No es un descubrimiento mencionar que vestir la camiseta de Barcelona tiene un peso diferente, por la historia del club, por los títulos obtenidos, por las gestas gloriosas, pero sobre todo por su gente.

El bien calificado “ídolo del Ecuador” ha contado entre sus filas jugadores rutilantes a nivel nacional e internacional, Enrique Cantos, Sigifredo Chuchuca, José ‘Pelusa’ Vargas, Jorge Cantos, Washington Muñoz, Simón Cañarte, Alberto Spencer, el boliviano Marco Antonio el “diablo” Echeverry, el peruano Pedro Pablo León; los brasileños Nelsinho, Víctor Ephanor, Alcides de Oliveira; los argentinos Marcelo Morales, Alfaro Moreno, Rubén Insua, Marcelo Trobbiani, los ecuatorianos Lupo Quiñónez, José Gavica, Carlos Muñoz, Manuel Uquillas, Agustín Delgado, por nombrar a pocos y siendo injusto con muchos.

Los “canarios” ganaron su último título en el 2012 después de una larga espera de 15 años. De la mano del “Kitu” calentón, trabajador y talentoso, poseedor de una técnica depurada, nacido con la magia en sus pies que hace del fútbol una obra de arte, pudieron levantar nuevamente la copa. Y Díaz conquistaba la hinchada popular.

Después de su paso por el Oriente Medio, el rosarino retornó al equipo “torero” en el 2016. Se encontró con una institución con problemas económicos y, por supuesto, con una hinchada deseosa de títulos y aún con el corazón roto tras el campeonato perdido en el 2014 ante su tradicional rival.

El arranque de la temporada fue apático por que el exBoca Juniors no explotaba el talento con el que nos había acostumbrado. Respaldado por una dirigencia seria, acompañado de jugadores aguerridos y un compañero de fórmula que tiene al gol como su principal aliado después de la decepción “alba”,el “artista” despertó y con pinceladas de pases milimétricos y goles que provocara alucinaciones a propios y extraños.

Se convirtió en el máximo asistidor de esta etapa con ocho pases de gol. Barcelona nuevamente se situaba en la cima del fútbol y el Monumental se convertía en el principal testigo de la magia de uno y de la alegría desbordante de los demás.

Con la virtud inconfundible de esos jugadores distintos, es un líder que sabe absorber la presión de jugar en Barcelona. Damián tiene los “Díaz” contados para ser el nuevo ídolo del ídolo.