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jueves 08 de marzo 2018

El fracaso de Barcelona en la Copa Sudamericana

Jonathan Machado
Opinión (O)
Twitter: @jmachadom

Barcelona vivió el miércoles 7 de marzo uno de los momentos más bochornosos de su historia: quedó eliminado de la Copa Sudamericana por un equipo sin mayor historia en el fútbol. General Díaz no es ni de lejos Cerro Porteño u Olimpia, los clubes más importantes de Paraguay.


El equipo torero no fue capaz de ganar en su casa (empate 0-0) y cayó 2-1 en Luque, ante un club que no había ganado un compromiso en el año y que está en las últimas posiciones de la tabla del torneo de ese país.

Con este fracaso, porque no hay otro calificativo, Barcelona destapa una serie de problemas que se han generado en los últimos meses. El más importante está en la dirigencia. ¿Es hora de decirle a José Francisco Cevallos que decida entre la política o el fútbol? Al parecer, no está en la capacidad de dividir su tiempo y su esfuerzo entre los dos cargos. Bien dice un refrán: el que mucho abarca, poco aprieta. Cevallos tiene la obligación y la responsabilidad de analizar su futuro por su bien y por del club.

Otro problema que se evidenció es la titularidad de Matías Oyola, Damián Díaz y Ariel Nahuelpán, sin dejar de lado el mediocre rendimiento que arrastra Marcos Caicedo. El ‘Pony’ es un referente de la institución. Por ese motivo es necesario cuidarlo de las críticas que puede tener por su mal momento. Lo mismo ocurre con el ‘Kitu’. Desde el año pasado muestra poca capacidad para crear fútbol y en ocasiones parecería que el equipo juega con uno menos. Nahuelpán no es el delantero que Barcelona necesita. Está con la pólvora mojada y no le hace un gol a nadie. Está con el ánimo en el piso y deambula en la cancha. No es un aporte.


Almada tiene jugadores que pueden reemplazarlos. En la mitad de la cancha pueden jugar Gabriel Marques y Víctor Ayala. En lugar de Díaz se puede probar a Jonathan Betancourt y Juan Dineno por Nahuelpán. Como volantes externos están Michael Arroyo, Ely Esterilla, Erick Castillo y Marcos Caicedo. Si uno está mal, debe salir y dar paso a otro.

El entrenador uruguayo debe dejar la necedad de lado y dar un cambio de 180 grados. El fracaso de la Sudamericana tardará en sanar, pero se puede recuperar con la obtención del campeonato nacional. No hay que dejar de lado el hecho de que Emelec está a un partido y a un campeonato de igualar a Barcelona. Si eso ocurre, será una de las peores cosas que le puedan pasar al club amarillo y a su directiva. Aún hay tiempo para evitar esa catástrofe futbolística.