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miércoles 28 de septiembre 2016

Una selección alejada de la gente

Santiago Estrella

Cuesta creer que luego de una semana de venta de los abonos para los dos partidos de la Selección en casa (Chile y Venezuela), apenas se hayan comprado algo más de 16 000. Puede entenderse como una señal: la gente se está distanciando de la Tricolor. Otras ocasiones, era una disputa conseguir un boleto. 


Varias cosas pueden explicar este hecho. Quizá sean conjeturas, pero algo nos está diciendo. 

1. El mal rendimiento.

Ecuador está en un proceso degenerativo. Porque el rendimiento del equipo ha sido una curva constante hacia abajo. No es que se perdió un partido  -un mal partido lo puede tener cualquiera-, es que el equipo de Quinteros está jugando mal desde Paraguay y Colombia, se acentuó en la Copa América y los dos últimos partidos con Brasil y Perú fueron decepcionantes, por decir lo menos.

Y el fútbol, bien o mal, nos guste o no, está vinculado al triunfalismo. Los malos resultados aleja a la gente, en unos casos más que en otros. 

2. La distancia del equipo

Hay que entender los tiempos modernos del fútbol. Hasta hace poco, los periodistas podían ver todo el entrenamiento de la Selección, estar al borde de campo, tener una cercanía con los jugadores. Y esa cercanía se trasladaba a la gente que se informaba a través de los medios de lo que hacía la Selección, de lo que pensaban y sentían los jugadores. 

Ahora es un hermetismo total. "Hoy hay atención a la prensa", dicen. Y ¡zas! solo dos jugadores hablan. Los demás están por ahí, lejanos, distantes, ausentes. Y no entienden que está la gente de por medio, que se gasta su dinero y se desgasta en emociones por devolverle a los jugadores como bien pudieren, el sacrificio de los jugadores en la cancha. 

Resultó curioso que fue Brasil el que más cerca estuvo de los ecuatorianos. Y se supo cómo iba a jugar y ellos supieron ganar. Y nunca fue tan fría un estadio Atahualpa como el que se vivió contra Brasil 

3. Los cambios que tienen que venir

Carlos Villacís hizo que las tapas de las páginas deportivas se llenaran de algo que nunca se cumplió. Va a haber cambios. Los cambios tienen que venir. Habló con Quinteros y aseguró que iban a haber cambios. 

¿Cuáles son estos cambios? Apenas un maquillaje. No están convocados Fernando Gaibor ni Miller Bolaños. ¿Razones futbolísticas? ¡No! Es porque están lesionados. 

Y son necesarios estos cambios. Y hay algo que hay que tomar en cuenta: los delanteros convocados, desde que se jugó contra Brasil y Perú, no han marcado un solo gol en sus respectivos equipos. Entendamos: 0 GOLES. CERO. Y juegan poco. Casi nada. 

La palabra cambio tiene un sentido más profundo que enunciarlo como para satisfacer las expectativas y llenar las tapas de los medios o mover una pieza de aquí y acullá.

Y a estas cosas la gente atiende y bien puede actuar en correspondencia.