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viernes 11 de noviembre 2016

¿Cuál es la sensación que dejó la derrota ante Uruguay?

Santiago Guerrero
@sasty7

En el último año y cinco meses, la selección ecuatoriana ha embarcado a los hinchas en una montaña rusa de resultados y emociones. En ese lapso, la Tricolor ha disputado 18 partidos oficiales, ha ganado siete, ha perdido siete y ha empatado cuatro.


En ese período hemos visto de todo, desde momentos de un rendimiento superlativo (como las cuatro victorias consecutivas en el inicio de las Eliminatorias), hasta momentos de mucha incertidumbre (como la que se vivió tras la derrota 0-3 en el Olímpico Atahualpa ante Brasil).

Gustavo Quinteros llegó a ser el entrenador de Ecuador gracias a su discurso de fútbol ofensivo que le funcionó muy bien en el Emelec. Sin embargo, con la selección ecuatoriana le ha costado mucho más de lo que se esperaba.

Este jueves 10 de noviembre en el estadio Centenario de Montevideo, Ecuador hizo una propuesta coherente con el mensaje que siempre repite el entrenador. Y de no ser por las desconcentraciones en los goles, el equipo de Gustavo Quinteros se hubiese llevado un empate, mostrando un fútbol más que interesante.


La Tricolor no se escondió en su arco a pesar del cartel del rival, de jugar como visitante y de encontrarse con un gol en contra apenas a los 11 minutos. Ecuador tuvo el mérito de salir a jugar cara a cara con mucho temperamento, pero con mucho fútbol también.

Las frías estadísticas dicen que Ecuador mantuvo la pelota durante el 60% del partido; que entregó 366 pases correctos, lo que significa un 84% de efectividad (Uruguay entregó 185 pases precisos) y que ejecutó cuatro tiros de esquina (uno más que el rival).

Buena parte del mérito es del argentino-boliviano Gustavo Quinteros, porque en este partido los jugadores entendieron su idea y la aplicaron. Además, el DT fue arriesgado pero inteligente. En el segundo tiempo realizó tres cambios que pudieron costar caro, pero el funcionamiento del equipo mantuvo su nivel.


Ecuador fue versátil porque pudo pasar del 4-4-2 con el que inició el partido, al 4-5-1 cuando entró Juan Cazares (minuto 71) y luego al 4-3-3 cuando salió Jefferson Orejuela e ingresó Jaime Ayoví (minuto 82). Eso solo se logra con disciplina táctica. A pesar de la derrota, Ecuador terminó arrinconando a Uruguay y los jugadores celestes pidieron desesperados que se acabe el partido.

La sensación que queda flotando en el ambiente es buena, porque Ecuador hizo un partido inteligente y evidenció un fútbol muy parecido al que se quiere ver en todos los partidos. Además, la derrota no dejó mal parada a la Tricolor, que por ahora ocupa el cuarto lugar de la tabla de posiciones y a la espera de un partido asequible ante Venezuela.

La montaña rusa nos deja arriba una vez más. ¿Será que otra vez vuelve a bajar a toda velocidad o podremos definitivamente tomar el ritmo de velocidad crucero camino al Mundial de Rusia?