Ejerce el periodismo desde el 2003, es autor de libros como Ídolos deportivos y fans en internet (2013); Gerencia del Deporte en el Siglo XXI (2017) y Detrás del juego. Estudio de mercado del fútbol ecuatoriano (2018); colaborador de prestigiosas revistas a nivel mundial y profesor de Periodismo Deportivo en la Universidad Central del Ecuador. Actualmente forma parte del staff de deportes en Radio Pichincha Universal.
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viernes 10 de enero 2020
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Jordi Cruyff y los europeos por conocer

Andrés Luna

Xabier Azcargorta llegó a Bolivia en noviembre de 1992. Era un desconocido en un país donde el fútbol importa mucho pero aporta poco. No solamente era un personaje anónimo, sino también extranjero y para colmo de males, español; “llegué en el 92, quinto centenario del descubrimiento, otro español que nos viene a robar la plata y nos viene a engañar” era cuanto se decía, como él mismo lo cuenta en el documental “La Gesta de Bolivia” de Canal + de España.


En Bolivia, donde seis de cada diez habitantes se reconocen como indígenas, no faltó quien le recriminase su origen imperial, pero probablemente ningún ancestro de Azcargorta pisó suelo americano durante la conquista, lo que sí es seguro es que algún abuelo de Erwin Sánchez o algún vasco de apellido Etcheverry desembarcó en el continente antes de instalarse en lo que hoy conocemos como Bolivia, nombre asignado en honor al “Libertador”. Pese a que muchos hablan del despojo que sufrieron los aborígenes durante la llegada de los españoles, poco se ha dicho del otro saqueo, quizás mayor para los indígenas, que vino con la independencia.


Azcargorta escogió una veintena de futbolistas y los concentró durante tres semanas en un Centro de Alto Rendimiento en Barcelona antes de iniciar la eliminatoria rumbo a Estados Unidos 1994. Los seleccionados bolivianos no ganaban ningún sueldo y perdían dinero al ser convocados para el equipo nacional, pues debían cubrir sus propios gastos. Con veinte dólares de viáticos, terminaban exhaustos los entrenamientos dirigidos por “El Bigotón” pero guardaban un último aliento para la carrera final, “en el hotel que teníamos, no alcanzaba el agua para todos, teníamos que correr porque solo los primeros que llegaban se podían duchar”, recuerda entre risas Marco Sandy, quien defendió la divisa verde entre 1993 y el 2006.


Bolivia ganó cinco juegos seguidos en aquella eliminatoria bajo la tutela del español, incluido el mítico partido del dos a cero en el que Brasil perdía por primera vez en la historia un partido de clasificación sudamericana a un Mundial de Fútbol. El deporte siempre fue importante en la región del altiplano, el mismo Evo Morales, quien gobernó el país durante cerca de catorce años, “inició su carrera sindical como Secretario de Deportes, lo que fue su primer cargo formal dentro de su comunidad; practica deporte, organiza equipos y campeonatos, asciende en su carrera sindical y con esa trayectoria llega al gobierno en el 2006. Desde su posición de presidente le da un lugar central a la dimensión deportiva, recurrentemente aparecía y hacía referencia a escenarios deportivos”, le cuenta en una entrevista Sergio Villena, Doctor en Estudios de la Sociedad y la Cultura de la Universidad de Costa Rica, al periodista y profesor peruano Alonso Pahuacho.


Ecuador, por ahora también dialogando bajo los postulados del movimiento indígena luego de las movilizaciones de octubre del 2019, quiere anunciar a un entrenador europeo para la Selección. No será Jürgen Klinsmann, quien fue titular con Alemania en el primer partido del Mundial de 1994 ante, precisamente, la Bolivia de Azcargorta; pero todo indica que será el holandés Jordi Cruyff, cuyo apellido representa a “La Realeza Deportiva” en los Países Bajos. En ambientes internacionales, la selección ecuatoriana es conocida como “La banana mecánica”, en clara alusión a sus credenciales internacionales como país exportador bananero. El apellido “Cruyff” tiene directa dependencia con “La naranja mecánica” del Mundial de 1974, selección adjetivada de esta manera en referencia a la Casa de Orange Nassau de la familia real de los Países Bajos, así como también a la emblemática película del mismo nombre que Stanley Kubrick estrenó tres años antes, en 1971.


Y es que el mejor fútbol del mundo ahora está en Europa; con contadas excepciones sudamericanas, la mayoría de estrellas del balompié llevan en sus espaldas banderas del viejo continente. La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) no quiso saltarse esta tendencia, la misma que ha testificado cómo un director técnico español, Miguel Ramírez, ganó con Independiente del Valle la Copa Sudamericana y un portugués, Jorge Jesus, alcanzó con Flamengo la Copa Libertadores de América.


Cruyff habla un perfecto español gracias a su padre que vivió en Cataluña y a sus años como futbolista del Barcelona de España. A sus 45 años tiene una relación íntima con la tecnología y es adaptable a nuevos aprendizajes, conforme al testimonio de Antonio Cordón, nuevo Director Deportivo de la FEF quien lo conoce desde su estancia juntos en China, en el club Chongqing Lifan. En un entorno como el fútbol, donde la educación no está por encima de patear al balón, el casi confirmado entrenador de Ecuador mantiene una columna semanal denominada “Pase Interior” en el prestigioso Diario El País de España, donde con lucidez y entretenidas ideas, explica la gramática del fútbol europeo hablando de juego, identidad, metodología, marketing y economía:


“Mi padre siempre decía que la técnica no era cuestión de ser un malabarista con el balón, sino de llevarlo a su destino con los menos toques posibles, facilitando el movimiento de tu compañero”.


“A Jorge Valdano no le faltaba razón cuando comentó que el fútbol es un estado de ánimo. Muchas veces es caprichoso, añadiría yo. Todo es efímero, los éxitos duran poco, y la exigencia es máxima”.


“En el fútbol es muy importante la celeridad en el mercado, hay muchos rivales con capacidad económica para competir, y la figura del técnico es clave a la hora de atraer jugadores. Cuanto antes se confirme su continuidad, antes se pasa página y se planifica con total normalidad la siguiente temporada”.


Es un amsterdamés que ha vivido en China e Israel, por lo que mudarse al Ecuador no le quita el sueño. Y al igual que Xabier Azcargorta o Dusan Dráskovic, europeos desconocidos, tiene más para ganar en su proyecto sudamericano que lo que puede perder. En un breve sondeo que el autor publicó en Twitter, Cruyff llevó un 20% de preferencia entre los aficionados, por arriba del 11% de Hernán Gómez y el 5% de Gustavo Quinteros, los dos últimos estrategas con magros resultados al frente de “La Tri”. El mayoritario 64% aún considera que es Jorge Célico quien debió asumir el desafío de Qatar 2022, pero afortunadamente los seleccionadores no se eligen por voto popular, pues sobradamente probamos que somos bastante malos eligiendo, y para muestra están nuestros gobernantes.