El fútbol no está en el 'ranking' del entretenimiento
Los dirigentes de los clubes están preocupados porque los hinchas no van a los estadios. Hay reclamos permanentes por las bajas asistencias. Rodrigo Paz, de Liga de Quito, y Tito Manjarrez, de El Nacional, admitieron que ya no saben que estrategias usar para que la gente vaya al fútbol. Lamentan que tengan que pagar para jugar.
¿Qué pasa? Pueden existir algunos argumentos válidos: alto precio de las entradas, la inseguridad por las barras violentas, la televisión. Pero la principal razón, sin duda, es la falta de espectáculo. El hincha, por más amor a los colores de un club, no va a un lugar donde no le ofrecen nada atractivo. Los partidos del campeonato son turros. No ofrecen nada distinto. No hay nivel competitivo. Es más entretenido mirar el fútbol internacional.
Barcelona, el más taquillero, es la excepción. Sin embargo, en lo que va de la segunda etapa no es tan vistoso el fútbol amarillo, pero su arrastre hace la diferencia. Liga de Quito ha mejorado, es cierto. Sin embargo, su fútbol no enamora. No atrae. No encanta. Emelec ni qué decir. Está yendo para abajo.
A eso se suma otros males. En los cotejos funciona la maña de cortar el fútbol. De enfriar los ataques del rival. Hay una tendencia a fingir las faltas. A revolcarse del dolor hasta que el agua mágica alivia todo y al minuto están listos para volver al tablado, por más teatro. En serio, eso afecta al producto que le venden a la gente.
No es cuestión de decirle al hincha que vaya porque tiene que ir. Porque su obligación es pagar un entrada. No. Así no funciona. En estos tiempos es más fácil ir al cine, a pasear, a recorrer parques, al fútbol barrial… Pero el fútbol ‘profesional’ es la última de las opciones. Por más que se rompan la cabeza, sin show en la cancha no habrá gente.
Creo que esos temas son más fundamentales que ponerse a discutir qué equipo es el menos malo o la influencia de la altitud. Eso no contribuye. Faltan ideas para mejorar el pobre balompié ecuatoriano.